Invisible, Eloy Moreno: resumen por capítulos
Invisible es una novela dirigida al público juvenil escrita por Eloy Moreno y publicada por primera vez en 2018.
Resumen por capítulos
INVISIBLE
Yo: Uno
Me despierto temblando y con una opresión en el pecho. Intento hacer lo que me enseñaron cuando llegué aquí: respirar pausadamente, inspirar y espirar, contando a la vez. Debo recordar que estoy en lugar seguro, para no asustarme. Me calmo.
Yo: Dos
Y ahora comienzo a oir sonidos a mi alrededor, voces, sollozos, ..., gente. Y el pitido en mi cabeza. Respiro pausadamente, otra vez. Ya sé donde estoy. Empiezo a moverme, brazos, piernas, y ahí noto el dolor. Y una mano que me aprieta la pierna. Respiro.
Yo: Tres
Muevo la pierna pero la mano no me suelta. Intento recordar, intento pensar por qué oigo el pitido, por qué estoy aquí. Miro al reloj de enfrente, es madrugada, no puedo dormir aunque me dan pastillas. Al menos ya no grito. Y al menos se me puede ver, esto es, desde el accidente ya no soy invisible. No se porque ya no tengo ese supuesto poder. Respiro, cuento, a ver si duermo algo, La mano sigue ahí.
La mano de las cien pulseras: uno
A cinco kilómetros del hospital, una chica, con su mano llena de pulseras, tampoco puede dormir. Lleva 5 días así, a pesar de que también toma pastillas. 5 días en los que escribe cartas de amor que no llegarán a su destino. Mira el móvil. Fotos de hace algún tiempo: los tres en la playa, él solo, ella soplando las velas de su cumple, y ... No puede más, rabiosa, tira el móvil y toma la decisión que ha lleva un tiempo meditando.
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Pitido otra vez. Abro los ojos. Miro el reloj: 06:26. Recuerdo cosas, sensaciones, de antes del accidente. Pero de después no recuerdo nada. Viene mucha gente a visitarme: amigos y familiares. Empieza el día. La mano en mi pierna seguirá ahí.
El chico con una cicatriz en la ceja: uno
6:46. Centro de la ciudad. Otra chico con problemas para dormir. Se levanta y mira su cicatriz de la ceja, que se hizo de pequeño. Él sí que fue a verlo al hospital. Eran amigos desde hace muchos años. Se saludaron. Le llevó un paquete de cómics. Cuando lo abrió, el chico exinvisible dijo que esos no los tenía.
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Miro la mano que se posa en mi pierna. Quizás está ahí porque piensa que puedo volver a ser invisible. La necesito. Pongo la mía sobre la suya y digo: mamá, te quiero.
La madre
En la habitación del hospital, la madre posa su mano como vínculo de unión con su hijo. Llora, por lo que ha pasado y por lo que pudo haber pasado, desde queun día se fue de casa. Sonríe porque su hijo le ha dicho "te quiero", aunque preocupada porque dice que ha tenido el poder de ser invisible.
La mano de las cien pulseras: dos
La chica se levanta de la cama. Va a la habitación de su madre. La observa. La madre se despierta. Le dice que hoy es el día, que está preparada. Sí?
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Mamá me saluda, preguntas como estoy, animada. Le digo que he dormido bien. Se oyen los carritos del desayuno. La noche ha sido larga para mí. Voy al baño, con la sonda. Mamá me acompaña, me da corte aunque no entre al baño. Cuando voy a cagar, todavía más. Me dice que me lave la cara, que hoy tengo una visita. Una visita que no quiero. Maldita sea.
El chico con una cicatriz en la ceja: dos
Esos comics no los tenía. Los cómics que le había traído. Mientras, los padres de ambos hablaron entre ellos con frases huecas. Diez minutos interminables hasta que los padres del chico se despidieron y la madre del chico que fue invisible les agradeció la visita. Nada del accidente, nada de que había ocurrido. Como si no hubiese pasado nada. Cuando los padres pudieron haber hecho mucho más.
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Cómo se me iba a olvidar la otra visita. Mis padres la víspera ya estaban nerviosos. Iba a venir a verme un médico, pero ahora no iba a ser un médico normal,de esos del hospital, me dijeron. Al final me dijeron que sería un psicólogo. Les dije que no estaba loco, pero me dijeron que sólo vendría a ayudar, a escucharme. Yo sabía que si le contaba lo de mis poderes, iba a decir que estaba loco.
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Pero al final el médico vendrá. Pero no voy a contarle nada de mis superpoderes, desde que me convertí en avispa, de correr como el viento, de poder estar sumergido en el agua todo el tiempo, y menos que puedo hacerme invisible. Llaman a la puerta. Seguro que es él.
Yo. nueve (Ella)
No lo esperaba. Resulta que es mujer, y además guapa. Sonríe, habla con mis padres, es simpática y luego nos han dejado solos. Me ha explicado cual es su trabajo. Le he dicho que no estoy loco. Ella me ha dicho que trata a gente normal. Yo soy normal, le he dicho. Normal, hasta que me hice invi... y me he callado.
El niño de los nueve dedos y medio
Al mismo tiempo, en las afuieras, un niño con 9 dedos y la mitad de otro dedo, está en su habitación. Mira sus dedos y piensa en lo que le ha pasado los últimos meses. Está asustado. Tiene una cicatriz grande en el pecho, de eso sí que está orgulloso.
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Le explico a la psicóloga que soy normal, ni alto, ni flaco, ni gordo ... Eso sí, otro de mis poderes es la vista, incluso en la oscuridad, eso desde que ocurrió lo del avispero, pero eso no le he dicho. Soy normal, tengo las paletas de los dientes torcidas pero no llevo aparato. Soy tan normal, que ni pensé que me pudiese ocurrir a mi lo que me ha ocurrido. Incluso si hablases conmigo un rato, no notarías nada en especial.
La niña de las cien pulseras: tres
Está en el sofá. Mira el móvil, la tele, ... pero tiene su cabeza en otro sitio. Él ya es visible. Tiene miedo, quedan dos horas. Mira las fotos en las que estám juntos y se cruzan sus miradas. Toca la carta que le ha costado tanto escribir. Está muy nerviosa.
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Tampoco le he dicho a la psicóloga lo de que he sido invisible. Aunque habrá oído algo en las noticias. Se despide. Hoy era solo para conocernos. No me convence hablar tanto con una persona que no conozco, igual es porque la chica es demasiado guapa. Me da un beso en la mejilla. Sale y me entran ganas de llorar.
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Oigo a mis padres fuera hablar de mi. Dicen mucho la palabra tiempo. Ellos piensan que todo fue un accidente. Yo les sigo la corriente, y de muchos cosas digo que no me acuerdo.
Siento como un erizo que crece dentro de mí. Me hace daño. No sé por qué deje de ser invisible. Quizás fue la lluvia.
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La versión que cuentan mis padres a todo el mundo es la oficial, la del accidente. Pero ni ellos se la creen, ya han visto mis marcas raras en la espalda. No son de un accidente. Pero ellos se autoengañan y lo dejas todo en manos de la psicóloga.
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Como la bazofia del hospital. Luego, descanso. Mi madre duerme. Suele dormir mal. Supongo que ella también tiene monstruos dentro de ella que no la dejan. Leo los cómics que me han regalado. Entra alguien, una visita: es ella, la que me salvó la vida.
Luna
Ella es Luna, mi hermana pequeña. Tiene 6 años. Ha entrado corriendo. Ella sabe todo lo que me pasó. Quizás por eso, delante de ella nunca era invisible. Siempre me encontraba.
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Luna me pregunta si estoy malito. Juego con ella. Es la primera vez que viene. Me cuenta que ha perdido su ovejita. Le digo que yo ya sé donde está y que la encontraremos cuando salga. Se tiene que ir con mi padre. Le doy unos besos. Mi madre también. La verdad es que soy un incordio para mis padres, tanto ida y venida al hospital.
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Nos hemos quedado solos mi madre y yo. El tiempo pasa lentamente aquí. De pronto le llega un mensaje. Le pregunto. Dice que no es nada, pero se pone nerviosa. Dice que tiene que salir un momento. Me he quedado pensativo. De pronto oigo pasos, se abre la puerta y me he quedado de piedra.
Kiri
Han entrado Kiri y su madre. Y la mía también. Las madres nos han dejado solos. Se van a tomar un café. Nos hemos quedado en silencio. Ella miraba al suelo. Así, un buen rato. Ha apretado los puñosy ha dicho: ¿y yo? Rara pregunta. Ha empzado a tamblar, sus manos, sus pulseras, su piernas. Y se ha puesto a llorar.
¿Y yo?
Esa es la pregunta que lleva la chica en la cabeza desde hace días. Una pregunta desde el amor y desde el odio. Una pregunta que implica un nosotros.
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Gilipollas, puto pirado, me dice, una y otra vez. Me sacude los hombros. Al final se va de la habitación. Fuera se oyen gritos. Entra mi madre, me pregunta que ha pasado. No sé, le digo. No lo cree. Le digo que deje en paz. Ha salido de la habitación, indignada. No puedo más. Me he puesto a gritar, a llorar. Mi madre ha vuelto a entrar, me ha abrazado para tranquilizarme, ha llamado a la enfermera. Me han dado pastillas y me han puesto un pinchazo. Luego, el dolor ha desaparecido, ha ido desapareciendo hasta la habitación. Todo se ha desvanecido.
El niño de la cicatriz en la ceja
Mientras, un niño piensa en cómo habrá ido la visita de Kiri. Y también recuerda como una vez el chico invisible y él cogieron dos bicis viejas del trastero, las medio arreglaron e hicieron una carrera. Pero no revisaron los frenos y Zaro se cayó, quedó herido y de recuerdo una cicatriz en la ceja. Su amigo ahora está peor, porque tienes heridas en su interior, que son las peores. Su amigo, el invisible, fue quien le ayudó a levantarse y ayudarle. Y él ahora no puede hacer nada en su favor.
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El chico del hospital duerme tras la medicación. Su padre ha salido apresuradamente del trabajo cuando le han dicho que le ha dado un ataque. Releva a la madre en el hospital. Piensa que debería haber estado más tiempo con su hijo en el pasado. De hecho su hijo le dice si no le podrían dar permisos también para estar con él cuando esté fuera del hospital, para estar juntos. Al padre le duelen esas palabras, porque se ha dado cuenta de que no ha estado con su hijo en las ocasiones que debía estar con él.
sigue...ii
Y llega la noche también a la habitación de una chica de nombre Kiri, la de las pulseras, que sabe que no estaba preparada para verlo en el hospital. Que siente amor, miedo, ... o quizás odio.
Y también llega la noche a la habitación de un chico de nueve dedos y medio al que también le gusta Kiri y que no para de pensar en qué se habrán dicho. Y que tiembla cada vez que suena el teléfono.
sigue...iii (voz del chico en el hospital)
Me he despertado a las 05:14. Mi padre duerme en la butaca. Pienso en Kiri. Una coincidencia: nacimos con un día de diferencia. Siempre hemos celebrado juntos los cumples. Ella es alta y delgada como yo. Viste raro y lleva muchas pulseras. Fue ellas una de las primeras personas que dejó de verme cuando empecé a hacerme invisible. Me gusta mucho. Desde el accidente no sabía nada de ella y ayer estuvo aquí ... y me vió.
sigue...iv
El chico no puede dejar de pensar en que quiere que le crezca el pelo, quiere no oir más el pitido, quiere que se le curen las heridas y no tener esos malditos sueños con elefantes. La psicóloga viene hoy. Ha decidido que se lo contará todo.
El día
He decidido que se lo contaría todo a la psicóloga, pero al final todo ha salido mal. Ha entrado, me ha preguntado qué tal estoy, me he derrumbado y entonces me ha abrazado durante un rato largo. Le dicho que quería contárselo todo y he empezado.
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Le cuento que todo empezó con los monstruos, que incluso se te meten dentro. Ella me dice que los monstruos no existen, pero yo le digo que los adultos así lo creen pero que no es cierto. Están en todos los sitios, incluso han venido al hospital y me cogen de los brazos y piernas. Ella apunta en su libreta. Le cuento que entonces pensé en conseguir algún superpoder para hacerles frente. La psicóloga me mira con extrañeza. Le digo que todos tenemos algún poder, pero que él consiguió un superpoder cuando ocurrió lo del avispero y me convertí en una avispa.
sigue...ii
Mientras el chico exinvisible habla con la psicólogo, un niño de nueve dedos y medio está inquieto. Nosabe que estará pasando en el hospital. Piensa en todo lo que pasó, pero ya no sab distinguir la verdad, porque hay muchas verdades, la que pensó, la que sintió en su corazón, la que pudo haber sido y no fue, ... No sabe como arreglar todo este estropicio. Perosab que un día recibirá una llamada y tendrá que hablar.
sigue...iii (voz del chico exinvisible)
Le cuento que igual que Spiderman se convirtió en el hombre araña tras picarle una araña, yo me convertí en avispa cuando me picó una avispa. Y conseguí a la vez superpoderes: aguantar debajo del agua todo lo que quiera, oir desde lejos, y el más grande, volverme invisible.
sigue...iv (voz del chico exinvisible)
La psicóloga me pregunta cómo me hice invisible. Le cuento que un día había muchos monstruos y para espantarlos me concentré, me acurruqué y cuando me di cuenta ya los monstruos se habían ido porque no me veían. La psicóloga me dice que me haga invisible delante de ella. Le respondo que desde el accidente ya no puedo hacerlo. La psicóloga me dice que por hoy es suficiente. Pero le digo quefaltna cosas por contar, como cuando volé con un dragón. La psicóloga me mira perpleja, dice que no sabe qué pensar. Le digo que todo es verdad. Ella me dice que sabe que no estoy loco, pero que igual todo es influencia de los cómics que leo. Pero no sabe, tiene que pensar. Dice que mañana seguiremos. Me da un beso y se va.
sigue...v (voz del chico exinvisible)
No entiendo porque se ha ido así, de sopetón. Ya sé que es difícil de creer, pero es cierto que me hacía nivisible, primero me costaba, pero luego lo hacía cada vez mejor, cada vez un rato más largo, a veces un día entero, aunqeu no he llegado a controlar el poder todo lo que quisiera, porque a veces la gente me veía aunque no quería. Pensaba que era un superhéroe, que no había como yo, pero una vez uno que me encontré en el parque me dijo que él también podía, que había más gente, pero que no decían nada. Le dije que no se lo había contado a nadie. Me enseñó su nuca, tenía dibujado un dragón, el dragón que apareció cuando él quería desaparecer.
sigue...vi
La psicóloga intenta dormir pero no puede con todo lo lo que le ha contado el chico. Piensa en por qué se inventa cosas así. Al final se duerme. Al día siguiente, el chico le cuenta más de lo mismo pero diferente. Y entonces ella también empieza a ver monstruos, sentir elefantes en el pecho y oir un pitido en su cabeza. Empieza a creer en los poderes. y piensa que para ser un monstruo no hace falta ser nadie especial.
LA VISITA
El primer monstruo (voz del chico)
Era un viernes que tenía examen de mate. Había estudiado mucho porque me gustan las mates. Me había levantado temprano. Mi hermana vino a mi habitación, a tumbarse a mi lado. Luego, como siempre, todos salen antes que yo, mis padres al currelo y mi hermanas con mi madre a la escuela. Yo voy solo al insti y tardo un cuarto de hora (con poderes, solo cinco minutos). Antes me hice el bocata, como siempre. Y ahí está el peligro porque casi mato a un monstruo.
Primero voy a casa de Zaro y luego nos encontramos con Kiri. Ese día, como un viernes cualquiera, cerré la puerta y bajé las escaleras.
sigue...i
Otro chico sale de su casa al mismo timepo rumbo al insti. También tiene examen de mate. No ha estudiado, le da igual la nota. Es repetidor y sabe que este año le pasarán. Lleva peso en la mochila, libros, pero podrían ser piedras, le da igual porque no llos va a abrir. Solo le importa Betty, la chica de los piercings. No lleva bocata, pero ya pillará uno en el recreo.
sigue...ii (voz del chico)
Me encontré con Zaro, m amigo desde que era peuqño. Chocamos las manosa, nuestro ritual. Hablamos del examen: él como siempre sacaría aprobado, justillo, pero aprobado; cómo se les ocurre poner un examen nu viernes a última hora. Y a lo lejos ya vimos a Kiri, ese día llamaba la atención ...
sigue...iii (voz del chico)
porque iba todo de amarillo. Nos reímos un rato. Llegamos al insti. En el recreo todos se pusieron a repasar para el examen. A mí nunca me hacía falta. Despues del recreo el examen, de dos horas además. El profesor llegó nervios también y nos hizo entrar para sentarnos en el aula. Todo ordenado. La cosa es que si ese día hubiese ocurrido algo imprevisto, hoy no estaría aquí en el hospital. Lo que son las cosas.
A Zaro lo sentaron lejos de Kiri y yo, que estábamos cerca el uno del otro. Hora y media para hacerlo. Yo lo acabé antes, era muy fácil. Mi tío era profe y m edecía que cada vez todo lo ponían más fácil para igualar; al final seríamos todos unos incultos, decía. Había acabado, pero me daba vergüenza entregar. y además no quería ir de listo. Miraba alrededor: gente perdida que no sabía nada, otros muy concentrados, ... Y de pronto oí: shee, shee.
sigue...iv (voz del chico)
Y otra vez. No sabía de donde venía el susurro. Pero me tocó la espalda y entonces lo supe. Pásame el examen, me dijo. No he acabado, dije, titubeando. Me da igual, me dijo. No sabía qué hacer. Miré al profesor. Que me lo des, gilipollas. Pero dije una palabra que despertó al primer monstruo, una palabra que cambió mi vida.
NO. Eso es lo que dije. El profesor oyó algo y dijo que los que habíamos acabado entregasemos ya. Y así lo hice. Salimos varios fuera. No esperé ni a Kiri ni a Zaro, me fui a casa corriendo. Sabía que ese NO iba a traerme consecuencias, de las malas.
sigue...v
Mientras, el que estaba detrás de él y le pedido, ordenado, que le pasara el examen, se ha quedado perplejo, está en blanco. No entiende como le ha podido decir NO. No entiende que a él, que es alto, fuerte y guapo, alguien le diga no. Tiene dos años mñas que los demás. Le falta la mitad de un dedo meñique y tiene una cicatriz en el pecho, todo resultado de una pelea. Le ha dicho y encima delante de todos. Y va a pencar, pero no le importa el penco en sí, sino que los padres le han dicho que entonces le quitarán la paga, la moto y el móvil. Y también ese NO, no lo puede soportar. Qué se ha creido. Le hará pagar caro la negativa, vaya que sí. Y comido por la rabia, aprieta los puños. Ya tiene la idea para vengarse. Llama a uno de sus amigos.
sigue...vi (voz del chico)
Me costó abrir la puerta de casa de lo nervioso que estaba. No había nadie en casa. Pensé que para el lunes igual se le habría olvidado todo. Merendé y me fui a mi habitación para leer cómics, a ver si se me pasaba el susto, porque me gustan mucho. No podía concentrarme. Miré los pósters de la habitacion. Uno decía: «Tienes que convertirte en más que un hombre en la mente de tu oponente». Pensé en la frase, como aplicarla en esa situación. Y me llegóun mensaje al móvil. Me asusté.
sigue...vii (voz del chico)
Era Zaro, hablando del examen. Nos mensajeamos. Que lo había hecho bien. Que qué quería el de atrás. No pasa nada, le dije. Kiri también había hecho bien el examen, era fácil. Planes del finde, sin más. Nos vemos el lunes. Volví a leer el cómic. Y enseguida otro mensaje. Pero no era de Zaro. Me puse nervioso.
sigue...viii
En la pantalla: Hola! Es Kiri. A ella y a él se les acelera el corazón. Lachica quisiera darle un beso, darse un abrazo, salir juntos, pero no se atreve. Le manda emoticonos con besos, guiños, corazones, ... No es tan fácil pasar de la amistad al amor.
sigue...ix (voz del chico)
Hola! Kiri me pregunta por el examen. A ver qué hago el finde. Estamos media hora mensajeándonos, me manda corazones, y entonces yo me siento volar. Siempre hemos sido amigos, siempre me ha gustado, pero este último año me he enamorado. Tnego miedo de estropear mi amistad con ella y no se lo he confesado. Se despidió con corazones y besos. Luego llegaron mis padres. Bajé, habían tradio pizza y cenamos juntos. Me volví a mi habitación, quería recrearme en los mensajes de Kiri, pero me encontré otro mensaje: "Asi q no, eh Ya ablaremos tu y yo el lunes". El corazón me dio un vuelco, pero de miedo esta vez.
sigue...x (voz del chico)
Se repitieron las amenazas y todo tipo de insultos por el móvil. El sábado desactive el sonido y el domingo lo apagué. Yo apenas conocía a este tipo, a MM. Yo había llegado ese mismo curso al insti, junto con algunos amigos del anterior cole, pero mis verdaderos amigos eran Zaro y Kiri. Sabía que MM era repetidor, nada más. Ya en los primeros exámenes me gane la fama de empollón, pero no había ocurrido nada más, hasta que ese viernes MM se sentó detrás mío en el examen. Durante el fin de apenas salí de la habitación poniendo como excusa que no me encontraba bien. Luna venía y me ponía el termómetro y esas cosas. El tiempo pasaba lento pero sabía que al final llegaría el lunes y eso me daba miedo. Me daban ganas de encender el móvil, pero pude contenerme. La noche del domingo al lunes no puede dormir.
Lunes
El lunes, un chico no quiere al insti. Pero no hay excusa, no puede seguir con su dolor de tripa ficticio, no nieva ni llueve a cántaros. Como todos los días, los padres se preparan y se van. Luna va a su escuela. Y se queda solo y se prepara el bocadillo y la mochila. Sabe que su nota en mate será muy buena, pero eso quizás no le convenga.
sigue...i
Un chico con nueve dedos y medio está deseando ir al insti hoy. Su madre le prepara el desayuno, el bocata, todo ... A su padre casi no le ve, siempre está trabajando. Nuca tiene una conversación con él. Esta mañana está más sonriente que otras veces, pero lo disimula. Coge el móvil. Ha mandado un montón de mensajes a ese chico del examen, pero sin respuesta. Piensa que ese chico es un cobarde.
sigue...ii (voz del chico)
En el camino del insti me encontré con Zaro. Me preguntó por qué había tenido apagado el móvil. Le dijo que no me encontraba bien. Sí, dijo, no tienes buena cara. Me preguntó si me había pasado algo com MM en el examen. No, nada, respondí. Kiri se unió a nosotros sonriendo. Llegué al insti mirando a todos lados, Ni rastro de MM. Inquietante.
sigue...iii
El chico de los nueve dedos y medio sale al insti y se encuentra con sus amigos. Les cuenta que no ha contestado a ningún mensaje. Es un cobarde, comentan entre ellos. Llegan al insti y se esconden. MM ve llegar al chico. Le ve nervioso, con miedo. Mucho miedo. Eso le da alas.
sigue...iv (voz del chico)
Entré en clase y me senté en mi mesa. Tenía miedo. No miré alrededor, aunque sabía que MM todavía no había llegado. Justo esa hora teníamos mate. Entró el profe y comentó que los exámenes estaban muy mal, aunque había alguna excepción. Dió las notas uno a uno. Llegó el turno de MM, un 1.5, y por ponerle algo. Y yo un 10. Aprended de él, dijo el profe. Se oyeron algunos silbidos, abucheos. El profes siguió diciendo las notas. Me dieron con una bola de papel en la espalda. Ya sabía que era MM. No tuve le valor de enfrentarme a él. No hice nada y quizás si hubiese hecho algo luego las cosas hubiesen ido de otra forma. Llegó el recreo y no me separé de Zaro y Kiri.
sigue...v
MM sabe que suspendiendo así quizás será más popular, porque asi parece que pasa de todo, pero para sus adentros no lo puede soportar. En el fondo se siente tonto, inútil, torpe. Y para superarlo utilizará la violencia. Contra aquel que no dejó copiar en el examen. Su rabia va creciendo como una ola.
sigue...vi
Me puse en la esquina de siempre con mis amigos y dos chicas más. Enseguida llegó MM con dos amigos suyos. Asi que no, me dijo. Es que nos iban a pillar, balbuceé. Yo si que te voy a pillar, contestó. Me empujó. Kiri protestó, de que vas, dijo. Me quitó el bocadillo, Y se alejó. Buah, atún, que asco, dijo, y lo tiró al suelo. Se reía. Y mi cuerpo reaccionó de forma incontrolable.
El bocadillo
Por primera vez en su vida siente la violencia real. Y también esa violencia difusa, la de los que miran y toman fotos con el móvil, las de aquellos que miran a otro lado, ... Al tirar el bocadillo de atún, han atacado a su padre y su madre, que no hacen otra cosa que currar, y a todos las renuncias y sacrificios que hay en casa, también por su parte, para salir adelante. Y la ira comienza a invadir su cuerpo. Y sin poderla descargar, su cara, su cuerpo, se comienza a hinchar. Como si fuese Hulk.
sigue...i
Su rostro se enrojece totalmente. Su cuerpo le pica. Siente calor. MM y los demás se dan cuenta y se ríen. Un supertomate, dicen. Se lanzaría contra MM, pero no puede y se va a los baños. Se mira en el espejo. Esta totalmente rojo. Se refresca la cara. Se quedaría allí, pero tiene que salir.
sigue...ii (voz del chico)
Los días siguientes me llegaron imágenes mías todo rojo, me metían dibujos con mi cara roja en la carpeta, me metieron un tomate en la mochila que me ensució todo el material. Tuve que mentir a mis padres y decirles que me había hecho un bocata de tomate y se había desparramado. Todo el mundo se reía de mí. Lo de quitarme el bocata se convirtió en una costumbre para MM. Era un espectáculo. Y crecido, cada vez me insultaba y me humillaba más. Y eso traía mas fotos, más videos, más risas. Pensaba en mis padres, en como trabajaban, en qué pensarían si supieran todo, igual pensarían que era un cobarde. Cada vez me hacía bocatas más pequeños, a veces los tiraba y a veces se los comía. Kiri me insistía en que me defendiera, Zaro decía que con el tiempo la cosa se acabaría. Yo decía que mientas se conformara con el bocata ... Kiri decía que cada vez querría más. Entonces se me ocurrió un plan, un plan terrible, pero tal era el odio que sentía.
sigue...iii (voz del chico)
Busqué en casa en el cajón de productos de limpieza y cogí veneno para ratas. Me hice un bocata de Nocilla y le eché veneno. Fui como siempre con Kiri y Zaro al insti, más contento de lo habitual. Igual no se comía hoy el bocata MM, o igual me lo hacía comer a mí primero, ... Pero mi comportamiento fue finalmente inesperado.
sigue...iv (voz del chico)
Ocurrió que como siempre MM vino a por mi bocata. Se lodí, lo miró. Vio que era de Nocilla. Y dijo que eso sí que le gustaba y se dispuso a comérselo. Y entonces mi conciencia empujó a mi cuerpo ...
sigue...v (voz del chico)
A veces los superhéroes salvan a los malvados en el último momento. Eso ocurrió. Antes de que empezase a comer el bocata, el chico se abalanzó sobre MM, lo derribó y el bocata quedó abierto en el suelo. El chico ha tenido el valor de hacerlo, de salvar la vida de su enemigo. y llega la sorpresa al grupo de los que miran y la sorprersa de MM. MM mira alrededor y vi a todo el mundo con sus móviles. No tiene opción, el chico merece un castigo. Se levanta, le agarra, le va a dar un puñetazo. Pero en ese momento llega una profesora que les separa. Pregunta qué esta pasando. Nada, dicen los dos. Van a clase, MM rabioso y el chico temblando. Ahora el chico no sabe si es un héroe o un villano.
sigue...vi (voz del chico)
A partir de entonces las cosas fueron a peor con MM. Empujones, zancadillas, lanzarme cosas, que incluso me hacían daño,... Siempre delante de la gente. Yo no hacía nada, pensaba que al final MM se cansaría, aunque también me sentía como un cobarde.
Todo ocurría dentro del insti, y por eso no me esperé lo que me ocurrió un día en la calle. Ya me había despedido de Zaro y Kiri, que intentaban no sacar el tema para no empeorar mi estado de ánimo. MM y sus amigos me estuvieron esperando, me rodearon. MM me empujó varias veces, me quitaron y vaciaron la mochila, los otros filmaban. Y me dijo que teníamos que ajustar cuentas por lo del últjmo bocata.
sigue...vii
Un chico en el parque recoge sus pertenencias dispersas en el suelo, la carpeta, el estuche, sus libros. Tiene su autoestima por los suelos. Le duele más eso que los golpes; ha pasado gente mirando y no han hecho nada. Antes de ir a casa, va un sitio que considera su rincón secreto. Desde lo del examen suele ir allí. Está detrás de un muro. Salta. En ese lugar puede llorar y gritar, desahogarse. Pero tiene que ser en una hora fija. Antes con una tiza escribe una lista en la pared. Llega la hora, y grita, grita todo lo que puede. Libera toda la rabia que tiene dentro, rabia con MM, y consigo mismo, con su vida. Llega a casa y aparenta normalidad. Cena, seva a la cama, su hermana viene para que le cuente un cuento. Y le cuenta un cuento de un chico que tiene superpoderes. Se duerme y la lleva a su cama. Y él, en su cama, recuerda lo que pasado a lo largo del día, y llora, y da puñetazos al colchón, se clava las uñas. Mañana tiene examen de literatura, pero destrozado, no ha estudiado nada. No tiene ánimo para ello.
sigue...viii (voz del chico)
Me levanté al día siguiente. Estudié lo que pude antes de desayunar, pero llegue al insti y dejé el examen casi en blanco, no tenía ánimos. Era viernes. Los siguientes dos días estuve mejor. Decía que tenía que estudiar, pero no estudfiaba nada. Sólo leía cómics, de superhéroes, con superpoderes. Yo soñaba en convertirme en uno de ellos, pero lo de pelear contra villanos no se me daba bien, todavía no tenía un superpoder. Pero quedaba poco para que lo tuviera. La semana que viene ya lo tendría. Mientras, el finde sería feliz, pero para eso debía estar desconectado, sin móvil, ni redes. Aislado.
sigue...ix
La noche de un viernes una profesora corrige exámenes de literatura. Es tarde, pero quiere corregir ya. Coge el siguiente examen. Le suena la letra, pero hay algo que no cuadra, el contenido. Es absurdo todo lo que pone. Mira el nombre, y no se lo puede creer. Finalmente, le pone un 4. Un recuerdo la azota y despierta al dragón que tiene dentro, en la espalda. Se levanta asustada, vsa al baño, se desviste se pone frente al espejo y se da la vuelta para verse. Ahí estña, el dragón. Le pregunta, ¿lo hago? Sí, le contesta. No te descubrirán. La profesora siente miedo. El dragón ha asumido el control.
EL CHICO AVISPA
Llegó el lunes, la profe de literatura trajo las notas y las dicjoen voz alta. Tengo un 9.5. No me lo ppdía creer. Algo raro había pasado.
Los lunes, Zaro tiene fútbol y voy a casa solo con Kiri. Aprovechamos para hablar más íntimamente. Rozarnos, con las manos. Mirarnos y sonreirnos. Pero ese día, Kiri estaba rara. Mirana al móvil, me ignoraba. Solo me dijo adiós y se me me tió en su casa. No se dio la vuelta para despedirse. Eso me dolió más que todo lo que había pasado los días anteriores.
sigue...i
Una chica se acerca a su portal sin apenas despedirse de su amigo. Y le abrazaría tanto, y le besaría, ...Y le diría lo que siente. Pero no se atreve. Pero se lo guarda todo. No imagina lo que va suceder a continuación.
sigue...ii (voz del chico)
Cuando se fue Kiri, me di la vuelta y los vi, MM y sus amigos. Me fije en el descampado vallado donde antes jugábamos Kiri, Zaro y yo. Tenía unos agujeros. Podái entrar y salir por el lado opuesto. Entré y corrí todo lo que pude, pero cuando llegué al otro lado, vi que habían puesto un muro. No tenía escapatoria. Les vi entrar. Me imaginé como me pegaban, o como MM pegaría a su mujer cuando sería mayor, porque seguro que sería un maltratador. O a su novia de la clase, Betty, que solo se fijaba en que era alto y guapo. Se estaban acercando. Busque algo con que defenderme. Entonces oí algo.
sigue...ii (voz del chico)
Un zumbido. Era un avispero. Y entonces mi imaginación alimentada por los cómics me hizo pensar que, igual que lo que pasó con Spiderman, que si me picaba una avispa, igual conseguiría los poderes de una avispa. No tenía tiempo. Así que metí la mano en el avispero.
sigue...iii
Le pican las avispas, una, dos, tres, ... Siente un agudo dolor. MM y los otros llegan y miran la escena, para ellos un espectáculo. Siente tanto dolor que se lanza sobre ellos. Y huye. El chico pasa por el agujero y queda tumbado en la acera. Se desmaya, pero antes ve algo para su lista del rincón secreto.
sigue...iv (voz del chico)
Estuve un día en el hospital con el cuerpo totalmente hinchado por las picaduras. El médico dijo que estuve a punto de perder la vida. Me miŕaba al espejo y parecía el increible Hulk de lo hinchado que estaba. Solo habían sido cinco picaduras pero tenía alergia a las picaduras de avispa y por eso me puse así. Pero ya sabía que el veneno había modificado mi ADN y me había dado superpoderes. A mis padres no les conté cómo ocurrió, solo dije que andaba por el descampado y metí la mano donde no debía. Estaba contento porque iba a estar unos días sin ver a los monstruos pero lo cierto es que los monstruos se metieron en mi casa, en mi habitación y en mi cama.
sigue...v
El chico no supo que uno de los monstruos grabó el ataque de las avispas con el móvil y que rápidamente comenzó a circular entre los móviles. No era para reirse, pero mucha gente se rió con el video, con el sufrimiento del chico. Lo curioso del video es que no parace nadie que acuda en socorro del chico. Así pues, el video fue circulando hasta que llegó al móvil de una persona en concreto.
sigue...vi
Y esa persona en concreto es la chica de pulseras, que sospecha lo que pasó realmente, y que se siente culpable de poder haber ayudado al chico, de despedirse de él de la forma que lo hizo. Pero tiene una idea para ayudarle...
VUELTA A CLASE
Pasada una semana tuve que volver a ir al insti, aunque fingiendo intenté retrasarlo lo más posible. Decidí ir solo al instituto el primer día, si que me viese nadie, me escondí cerca de la entrada y cruce la verja cuando estaban a punto de cerrar y todos habían entrado. Para entrar a clase tambíén esperé a que llegara el profesor. Cuando entré, todos mem miraron como a un fantasma. Kiri me sonrío cuando la miré. Durante los primeros días mis enemigos me dejaron en paz.
sigue...i
El chico de los nueve dedos y medio se ha asustado cuando ha visto entrar al chico. ¿Habrá contado todo a su familia o al médico?¿Sabrá lo del video? Ha decicido esperar. No puede evitar el impulso de seguir acosando al chico avispa. No sabe por qué lo hace. Se imagina que saca buenas notas o que se hace famoso, pero como eso nunca llega, la rabia le corroe y lo paga con los demás, con el más débil. Se pregunta por qué no le tratan con cariño en casa, por qué no le hablan de la cicatriz en el pecho, por qué su padre no le habla, ... Odia a su padre, porque le gustaría salir y hablar con él y eso nunca ha pasado. Su padre no hace más que trabajar, ganar dinero para que su hijo tenga de todo, pero no le da lo que más falta le hace, y eso hace que su hijo por las noches maldiga a todos en la oscuridad.
sigue...ii (voz del chico)
A partir del tercer día empezaron otra vez a meterse conmigo; zancadilla, empujón, tirarme cosas. Yo tenía esperanza en mis superpoderes pero estos no llegaban. Me tiraron un sacapuntas de metal que me hizo una herida de varios días. Al día siguiente, me tiraron bolas de papel. tizas, un aluvión. Hasta ue me tiraron un boli y grité de dolor. Me di la vuelta y tiré el boli con fuerza a MM, fueron las avispas. Pero MM lo esquivó y le di a su chica Betty, que dio un grito. El profesor se dio la vuelta. Betty dijo que yo le había tirado un boli. El profes intentó calmar la cosa entre nosotros. Siguió con lo suyo, y yo me puso rojo de rabia. Tomate, supertomate, me gritaron, entre risas. Hasta que Kiri levantó la mano y dijo que yo tenía sangre en la espalda.
sigue...iii (voz del chico)
El profe me mandá a la enfermería pero en lugar de eso fui al baño. No quería que supiesen nada de ómo estaba mi espalda. Me quite mi camiseta y me la miré en el espejo. Empecé a llorar.
sigue...iv
El chico de los nueve dedos y medio tiene miedo otra vez de lo que dirá el chico avispa en la enfermería. Pero sigue a la vez sintiendo el impulso de atacarle, y es que los demás le ríen las gracias, los profes pasan de todo, se siente invulnerable. Ahora ademñas ha tirado el boli a su novia y tiene que vengarse sí o sí. Lo atrapará a solas.
sigue...v
En el espejo el chico observa su espalda. Mira los puntitos negros de las picaduras, y luego la herida grande del sacapuntas. Le preocupa que pasarña cuando llegue el verano y tenga que descubrir su espalda.
sigue...vi (voz del chico)
A la vulta a casa sí fui con Kiri y Zaro. Me dijeron porque no había dicho nada, porque no hacía nada. Porque era tan ... ¿Cobarde?, les dije. Les dije que me dejaran en paz, que se fueran a la mierda. Me dolió mucho que Kiri insinuara que era un cobardem aunqeu fuese verdad. En casa, me desinfecté la herida. Y salí luego para mi rincón preferido, y en la lista marque varios nombres mñas con tiza. A la hora prevista, grité como siempre con todas mis fuerzas, y me sentí bien. Llegué tarde a casa. A mis padres les dije que había estado en la biblioteca. A Luna no le dije tampoco nada, le contñe el cuento del "niño que tenía un universo en la espalda".
sigue...vii (voz del chico)
Al día siguiente me encontré 10 mensajes del MM en el móvil. Que lo de Betty me iba a costar caro. Yo espera tener poderes ya, pero no llegaban. Cometí un error: ir sólo al baño. Había aprendido que no debía ir solo y al baño lo mínimo (no bebía agua para qu no entrasen ganas), también estudaiba menos para sacar peor nota y pasar así más desapercibido. Pro ese día fui al baño solo, hacía calor, había bebido, en fin ... Entré. Al rato oí unos pasos. Ese día vi claro que los monstruos existían ..., y los superpoderes también.
sigue...viii (voz del chico)
Me subí los pantalones. Estaba aterrorizado. Al poco rato, me dijeron que saliese ya, a la buenas o a las malas. Golpearon la puerta, cada vez más fuerte hasta que la puerta cedió. ¿Has acabado?. me preguntó. Miró a la taza y vio que no había tirado de la cadena. Dijo a sus secuaces que me tenían que enseñar que eso no se hacía. No voy a contar más, solo que despues fue cuando me vinieron los superpoderes.
sigue...ix
Mientras, en clase, el profe se da cuenta de que faltan cuatro. Pregunta por ellos. Todo el mundo lo sabe pero nadie dice nada. El profe pasa del tema. Zaro piensa en pedir permiso para ir al baño, pero al final no lo hace, tiene miedo. Vuelven MM y sus amigos. El profe pregunta por el que falta. MM dice que se ha atascado en el váter. Algunos ríen. Esas risas son la gasolina para MM.
sigue...x
Y es que en la clase y en el mundo de fuera hay muchos que prefieren ser monstruos antes que convertirse en víctimas. Y los monstruos crean así más monstruos. Y no se puede parar. MM se vale de eso.
La chica de las pulseras piensa en pedir permiso para ir al baño. Le da igual lo que piensan los demás. Sufre tanto como el chico avispa, le echa le menos, le quiere. Dibuja una pistola apuntando a MM en el papel. No lo piensa más, se levanta y pide ir al baño. El profeso asiente. Y sale de clase.
sigue...xi (voz del chico)
En el baño, col cabeza metida en la taza, me di cuenta de que había adquirido el superpoder de poder estar mucho tiempo debajo del agua. Estuve lavandomy y secándome para que se me fuera el olor a orina. Nadie vino. Pensé que necesitaba un superpoder para fulminar a todos, a MM, sus amigos, los que se ríen con él y los profes. Y entonces entró ella.
sigue...xii
La vio y sintió vergüenza. Pero también amor. Y ganas de abrazarla. Sus miradas se encontraron. Un momento infinito.
sigue...xiii
Mientras un profesora del insti está en el despacho de la directora. Le cuenta que cree que hay un alumno que sufre acoso: ha visto como se metían con él en clase y en el recreo y su rendimiento académico ha bajado. La directora dice que quizás no tenga tanta importancia. Cosas de jóvenes. Dice que se arreglará solo. La profesora dice que no, mientras su dragón en la espalda se mueve. Piensa que a la directora no le interesa un caso de acoso, daría mala imagen al colegio. La directora dice que se encarga ella. La profesora sale hacia el baño, inquieta. El dragón habla. Dice que debe hacer algo. La profesora recuerda un seceso de la infancia, cuando una broma salió muy mal.
sigue...xiv (voz del chico)
Salí del baño temblando y eché a correr, dejando allí a Kiri, para esconderme. Aguardé a que todos se fueran para volver a clase y recoger mi mochila, que habían abierto y estaba rota. Ya me habrían metido algo. En la clase había carteles para la paz, la solidaridad y esas cosas. Qué paradoja. Llegué a casa y abrí la mochila. Sí, había algo para mí. Me fui de casa y llegué a mi rincón en el descampado. Seguí haciendo la lista y pegué papeles en la pared. Grité más que nunca. Los siguientes días no me hicieron nada, para ver cómo reaccionaba, pero luego empezaron otra vez. Ya me había acostumbrado y me tenían que pegar cada vez más fuerte.
sigue...xv
Hace ya semanas que un chico vive con el miedo metido en el cuerpo. Siempre va vigilante al cole, no habla con nadie, se acaban las calses y se va corriendo a casa. Por las mañanas no tiene prisa por llegar a clase. Los domingos le gustaría parar el tiempo, que siempre fuese domingo. Podría no ir a clase, pero llamarían a sus padres. Sabe que en clase tendrá que aguantar todo tipo de humillaciones y agresiones. Ya tiene hasta la espalda dura de todo lo que le han tirado. Un caparazón en la espalda. Piensa en los superhéroes de sus cómics, que muchas veces colaboran entre sí, pero él no tiene a nadie. No sabe que su héroe ayudante está a punto de llegar.
sigue...xvi
La profesora empieza a dar la clase. Puede ver los lanzamiento de tizas contra el chico. El dragón que tiene dentro se despierta. Ningún profesor ha hecho nada para parar esto. La verdad tampoco tenía pruebas contundentes para demostrar lo que estaba pasando. Ella también se siente sola. Ve como le escupen. Ya basta. Deja que al animal dentro suyo que actúe. Deja la tiza en la pizarra y se dirige al chico avispa. le mira la camiseta por detrás, rastros de tiza y un escupitajo. No piensa. Sin más, coge a MM del cuello, casi volando y lo saca al pasillo. Cierra la puerta de un fuerte golpe.
sigue...xvii
Están solos en el pasillo ella y MM. Y el dragón. El dragón le dice a ella que destroze a MM. Ella le dice que le gustaría, pero que no puede. El dragón le apremia, ahora tiene la oportunidad que hace años no tuvo de que ese chico no acabe como ella, con esas cicatrices en la espalda. No puedo, dice la chica. Porque no estoy hecha de odio como tú, le dice al dragón. De momento ..., le contesta el dragón, que se retira. Y ahora está con un chaval contra la pared y no sabe qué hacer.
sigue...xviii
MM siente miedo, el miedo que provoca ver la locura en el que te tiene dominado. Lo ha visto en esos temibles ojos de gato. Pero se ha calmado y le dice que van a ir a dirección. Al chico no le preocupa, su padre tiene dinero. Lo arreglará todo. Él no necesita abrazos ni besos. En casa tienen dinero. Pero antes de lo de su dedo no era así.
sigue...xix (voz del chico)
En clase nos quedamos en silencio. Nadie se lo esperaba. Nadie volvió a tirarme nada en clase de literatura. Creo que mi padre tiene razón: a veces la violencia se arregla con violencia.
sigue...xx (voz del chico)
Los siguientes días corrieron rumores, que si iban a echar a la profesora (hubiese sido una pena, porque era buena profe). me dejaron en paz los primeros días, pero después MM volvió a la carga, pero sobre todo por las redes sociales, algo en el cole también, como antes pero menos. Sobre todo consiguió que me quedase aislado y excluido de los demás. Los superpoderes no me llegaban, pero al final ocurrióp lo que tanto esperaba!
sigue...xxi (voz del chico)
Un día volviendo a casa vi que MM y sus amigos venían detrás mió. Ya cansado siempre de esperar, me senté en un banco. Empecé a tamblar. Poco a poco vi las caras de rabia que tenían, y también de sorpresa, porque no salía corriendo. Pero estaba cansado de escapar. Ya esperaba los golpes que me iban a dar, cuando ocurrió algo extraordinario.
sigue...xxii (voz del chico)
Lo que ocurrió fue que pasaron de largo. Como si no estuviese allí. Como si fuese invisible. Me mire las manos y las piernas. Y estaban allí, pero los demás no podían verme. Había llegado mi superpoder. Ser invisible. Fui corriendo a casa, emocionado. Era feliz. Mi vida a cambiar por completo. Pero quería entrenar mi superpoder.
sigue...xxiii (voz del chico)
ESTAMOS EN ELLO, TEN PACIENCIA (aprox 150 paginas de 225 hechas)
Como citar: Sarasola, Josemari (2024) en ikusmira.org
"Invisible, Eloy Moreno: resumen por capítulos" (en línea) Enlace al artículo
Última actualización: 19/11/2024
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