La ciudad y los perros, Mario Vargas Llosa: resumen por capítulos
Capítulo I
En una noche fría de invierno, un grupo de compañeros de internado del Colegio Militar Leoncio Prado, apodados el Jaguar, Cava, Boa y Rulos, se juega a los dados a quién corresponde robar las preguntas del examen de química. Sale cuatro. Le toca pues a Cava. Boa y Rulos piden retirarse ya, Boa tiene que hacer imaginaria a las 12. El Jaguar apremia a Cava, que se quita el pijama y se viste en su litera. Le pide que cuando regrese, le despierte. Le entrega una linterna y una lima. Cava sale del dormitorio. Tiene miedo. Tiene que atravesar y varios edificios hasta llegar al despacho al que debe entrar. Se encamina sigiloso, con el temor de que los imaginarias le descubran. Se encuentra en el camino con una vicuña que le asusta. Qué hace aquí una vicuña, un animal salvaje, en el colegio. Ya se la encontró al entrar en el colegio y ya entonces se hizo la misma pregunta. Llega a la ventana que le ha indicado el Jaguar tras atravesar una galería. Con la lima retira la masilla del vidrio, justo lo necesario para retirarlo. Lo coloca en el suelo. Abre la ventana desde dentro. Salta al despacho y encima de una pila de papeles encuentra las copias del examen de química. Copia las preguntas. Cuando acaba, salta al pasilo, pero aplasta el vidrio, que estalla en mil pedazos. Maldice su suerte. Recoge los cristales y huye, temiendo ya que los oficiales aparezcan en cualquier momento alertados por el ruido. Azorado, hace el camino de vuelta con menos precauciones que a la ida. Se encuentra con el Jaguar. Le dice que ha roto un vidrio. El Jaguar le coge de las solapas, si nos pillan, Serrano (mote despectivo a los originarios de los Andes). Cava dice que nadie le ha visto. Que si le pillan no implicará a nadie. Jaguar observa que se ha meado encima. Le llama cobarde.
-------------------
Ricardo recuerda el día en que viajó a Lima por primera vez, junto con su madre, para encontrarse con su padre, en un automóvil conducido por un chófer. Su madre siempre le había dicho que su padre estaba muerto. Pero ahora iban a reencontrarse con él. El viaje fue largo. No dejaba de mirar ni un momento el horizonte esperando ver la gran ciudad, pero esta no aparecía y le venció el sueño, hasta que su madre lo despertó con besos en la boca. ¿Por qué lo besaba en la boca? Habían llegado. Avenida Salaverry, 38. El padre lo recibe, lo coge en sus brazos, lo besa. En la casa, ya de noche acostado en su habitación, se siente solo. Es para él un cuarto hostil. Se levanta. Tiene ganas de gritar. Por la mañana, oyó ruidos, risas, movimientos de sus padres en la habitación contigua. Su madre entra a su habitación a darle sonriente los buenos días.
--------------------
estamos en ello. gracias por tu paciencia
Como citar: Sarasola, Josemari (2024) en ikusmira.org
"La ciudad y los perros, Mario Vargas Llosa: resumen por capítulos" (en línea) Enlace al artículo
Última actualización: 14/04/2025
¿Tienes preguntas sobre este artículo?
Envíanos tu pregunta e intentaremos responderte lo antes posible.
Apoya nuestro contenido registrándote en Audible, sigue aprendiendo gratis a través de este link!